
En los cuentos de hadas que nos contaban nuestras abuelas, madres, tias , primas, la princesa de la historia tenia que besar a muchos sapos con el fin de que uno de ellos se convirtiera en un apuesto principe encantado, que la hará feliz y viviran felices para siempre en un hermoso castillo.
Bueno, eso pasa en los cuentos de hadas, inclusive en algunas peliculas. El punto es que en la vida real y hablando figuradamente, nuestros encantados principes azules se convierten en sapos al ser besados. Y lo ironico es que algunas continuan besandolos por que no pierden las esperanzas de que se conviertan en sus principes soñados, lamentablemente la verdad es que la gente no cambia.
Chicas, es hora de que despertemos, la verdad es que no somos princesas, y no necesitamos que un principe nos rescate. Es hora de despertar y aceptar de que no existe ese principe azul que anhelamos.
Yo propongo demandar a Walt Disney por hacernos creer esas patrañas. ¿cuantas niñas mas han de ser perjudicadas con esas historias? propongo que cambiemos esas historias por otras mas reales.
No creo en principes, ni princesas, no creo en un amor perfecto, ni en el hombre o mujer perfecta.
Creo en personas imperfectas que de igual maneras son maravillosas, creo en amores imperfectos pero inolvidables, creo en amores a largo plazo, creo en la amistad,en la familia y en los amigos.
Creo en los finales felices.