Soliamos hablar de mil cosas, compartiamos sueños, fantasias, risas, llanto, tiempo.
La edad, la experiencia, nos cambió, nos apartó y creo un abismo entre nosotros.
Soliamos ser amigos, compartiamos tardes juntos, secretos, juegos, tristezas, y ahora somos dos extraños con el mismo apellido, con ciertos rasgos parecidos.
Ya no sentimos, no nos importa, no te extraño.
y pensar que una vez buenos grandes amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario