miércoles, 17 de agosto de 2011

Lo que me sirve y lo que no.


Supongo que hay algunas cosas que dejan de doler, otras que duelen menos, y otras que ya no importan.

Están las que dejan de doler, pero sin embargo importan, y van a seguir importando. Como cuando alguien en el pasado te lastimo, cuando la herida era reciente, dolía mucho, pero con el tiempo, amor a uno mismo y paciencia, fue cicatrizando, y queda esa cicatriz que te recuerda y advierte que no juegues con fuego nunca más. Otras veces deja de doler, porque simplemente se perdona. Hace unos días me pregunte a mi misma ¿Cuando sabemos que perdonamos realmente a alguien? Y yo misma me respondí: cuando le deseamos el bien, un bien sincero y de corazón. Por unos segundos me sentí como la madre teresa de Calcuta por esos pensamientos. Me reí.

Pero es cierto, por más que haya personas que no merecen ser perdonadas, el perdón nos hace libres, a nosotros mismos y a esa persona. Hay tanta gente que no puede dejar ir esos resentimientos, esa rabia, no quieren dejar ir esa situación, por ende a esa persona. Y sinceramente, que manera más horrible de vivir, arrastrando a esas personas, o esos momentos desagradables. ¿Por qué no tirar todo por la borda lo que no sirve? ¿Y llevar solo lo que sirve? Lo que nos hace bien (me viene a la mente, el poema de Mario Benedetti – Me sirve, no me sirve) Y así como Benedetti, poner las cartas sobre la mesa, y elegir las que te sirven y las que no. Y dejar ir

Yo deje ir personas y momentos, que por más que fueron importantes en algún momento de mi vida, ya no sirven. Y así hay que dejarles que se vayan, ya cumplieron sus propósitos para con nosotros, pero siempre (en algunos casos mucho y en otros casos poco) IMPORTAN. Algo bueno o malo nos enseñaron, o no? Nadie se cruza en tu camino al azar.

Otras Duelen menos que antes. Suele pasar que cuando las heridas que no están del todo curadas, siguen doliendo, para algunos de vez en cuando, para otros todos los días, y para otros ya se acostumbran a ese dolor. Duele, pero ya no como antes, con esa intensidad, y te hace pensar que quizás lo estas superando, y puede ser…Hay personas que tardan en superar ciertas situaciones, todo les lleva más tiempo, y la verdad es que es todo un tema el proceso de cicatrización emocional. A algunos les lleva más tiempo que a otros o quizás algunos aparentan menos que otros. Porque al fin y al cabo todos terminamos siendo iguales, acaso no sentimos? No sufrimos? No lloramos igual? Solo que algunos lo demuestran, más que otros.

No creo que existiera alguna persona que no lloró por algo o por alguien en la vida. No creo que exista alguien así. Y luego están las que ya no importan, por el simple hecho de que no valen lo suficiente como para darles importancia. Suele pasar cuando unas cosas suplantan a otras, o cuando hay otras cosas que importan más, entonces aquellas pierden valor. Pasa con situaciones, con cosas, con personas. Cuando dejan de importar pasar a ser olvidadas para siempre. Así nomas es.

1 comentario:

  1. Excelente. Me llamó mucho la atención cuando citaste a Benedetti (gran poema, por cierto). Y si, al final todo lo que nos sucede nos deja una marca, a la cual algunos le llaman "experiencia"; lo importante es siempre rescatar esa enseñanza, esa experiencia, mas allá del dolor. Ese es el inicio del perdón.

    ResponderEliminar