jueves, 17 de febrero de 2011

El dia en que cruce el Rio.


Eran las cuatro de la tarde, y decidí prepararme para salir, tenía cosas que hacer ese día y no iba a permitir que mi flojera (una vez más) me gane, por eso decidí no hacerle caso a esa vocecita interior que me decía: Mejor mañana!

-NO! HOY!! Me dije- y me puse los jeans, unas zapatillas, y una blusa que encontré sobre la cama y mi collar de la suerte ( si, tengo un collar de la suerte, un vestido de la suerte, y un anillo de la suerte, soy un poquitín supersticiosa)

No me importó que el cielo estuviera nublado, todo indicaba que iba a llover, pero no me importó. Les informe a mis padres que iba a salir y mi padre ofreció llevarme, rechacé la oferta por que el tiempo parecía “agradable” para viajar, meditar tras las ventanas de los colectivos hasta mi destino como suelo acostumbrar hacer.

Mientras iba pensando en bueyes perdidos, noté que empezó a llover

-Ay no!! Que carajos!!!! ¿Ahora qué hago? Me voy a mojar el cabello! ( nada que ver así) arch!!!¿Justo tenía que pasar ahora? ¿POR QUEEEEEEEEEEEE!!!!????

Mientras me quejaba internamente y mi cara iba cambiando de un gesto a otro, la lluvia era cada vez más, más y más…

Decidí bajarme cerca de mi facultad para “refugiarme” en una confitería cerca y esperar a que se calmara el tiempo para continuar. El problema era que para llegar a confitería, que quedaba al otro lado de la acera donde me bajaba, tenía que cruzar una calle, y como llovía a cantaros, esa calle estaba inundada y parecía un pequeño rio.

Me baje del bus, me refugie bajo un techo de morondanga junto con otras seis personas desconocidas que igual que yo, se les ocurrió salir con semejante tiempo.

- Ya va a pasar-me decía a mi misma y mientras tanto, llovía más y más y más. Empecé a mojarme y tener frio, al mismo tiempo que empezó a caer granizo!

Mire al cielo, mientras mordía los labios decía dentro de mi

-¿por que cuando quiero hacer las cosas bien, pasa esto?

Pasaron muchas cosas por mi mente, refugiarme en ese café que se encontraba alado me pareció una buena idea, tomarme un cappuccino y con la cola entre las patas hacer una llamada a mi hermano para que pasara a buscarme. Lo que me detuvo de realizar ese acto de rendimiento, fue el “plagueo sin fin” de mi viejo y el “yo te dije” de mi madre.

-Me aguanto, me aguanto, me aguanto! -Me dije

Y parecía que cada vez que decía: ya va a pasar, la lluvia se hacía peor.

Entonces se me ocurrió lo impensable.

Objetivo: confitería

Meta: llegar hasta el otro lado de la calle.

TENIA QUE CRUZAR ESE RIO!

Días antes, también en un día de lluvia a una amiga le había sucedido casi lo mismo, desafortunadamente en su acto de valentía tras haber cruzado la calle, con las zapatillas puestas, (en casi igual estado como la calle que mencione antes) la corriente había llevado una de ellas, y tuvo que continuar su aventura, descalza.

Mientras miraba el rio (así le voy a llamar a esa calle) casi podía imaginar que a mí me iba a pasar lo mismo..y sería el colmo!

Respire hondo, me subí las botamangas hasta las rodillas y tome fuertemente mi cartera, mire a las demás personas desconocidas como diciéndoles: Yo si me animo! Me saque las zapatillas y CRUCE ESE RIO!

Me sentí como una niña otra vez, al meter mis pies entre esas aguas, como cuando saltaba sobre los charcos! Me reí. Me imagine por un momento que podrían estar pensando esas personas, quizás estarían diciendo: iHHHH! Mira esa chicaaa! Que loca..

Pero no me importo, lo único que me importaba era llegar al otro lado. Cruce una doble calle y llegue a mi objetivo (empapada)

Llegue a la confitería y fui directo al baño. Vi llamadas perdidas de mi madre y le devolví la llamada.

-Estoy en la confitería C, me agarro la lluvia, estoy empapada! ¿Me venís a buscar?

- tu papa se enojo por qué saliste así, con este tiempo, vamos a esperar que pase la lluvia, Osv se va ir a buscarte.

Y mientras hablaba con ella, se escuchaba de fondo: yo le dije! Y unos que otros plagueos. Escuchar eso, me enojo.

-aich! Deja nomas, no quiero problemas, voy a regresar tarde, voy hacer lo que tengo que hacer.

Mi madre me respondió con un Bueno, sin objetarme nada. Después de algunos minutos de terminar la conversación con mi madre, se fue la luz.

Empecé a ponerme de malhumor (empapada, seguía lloviendo a cantaros, se fue la luz, tenía hambre y ni que hablar del plagueo sin fin que me esperaba)

Me senté en una de las mesas ubicada cerca de la ventana, frustrada, mientras miraba como otras dos personas cruzaban el rio.

Volvió la luz en cuestión de minutos, y decidí que por ese día iba a salir de la “dieta estricta” que estaba haciendo.

-Por hoy, puedo hacer una excepción – me dije mientras ponía el bollo de crema en mi bandejita y la empleada de la confitería C me servía café.

Me senté en el mismo lugar, se me revolvió el estomago al recordar el plagueo sin fin que me esperaba al llegar. Con rabia le di un mordisco a mi manjar de crema y me dije: Apenas trabaje.. me voy a vivir sola! Aunque eso signifique renunciar a las comodidades y lujos que me brinda mi hogar.

A medida que me pasaba la rabia, la idea de ir a vivir sola ya no me parecía tan atractiva. La lluvia estaba pasando, y también mi enojo, entonces mire el rio y me dije:- Así como me anime a cruzar ese rio, ¿por qué no me animo a hacer esas cosas que quiero hacer? Me tengo que animar, siempre obte por lo más seguro, nunca me arriesgo en nada, basta ya de ser una cobarde! Si tuviera esa misma determinación de hace algunos minutos, en todo lo que hago me saldrían mejor las cosas, como dice una música..todo es cuestión de actitud. -me dije. Y me quede colgada algunos segundos.

Me levante decidida a continuar con mi camino. Un señor muy amable me ayudo a conseguir un taxi. Llegue a mi destino, semiseca y conté mi hazaña del día (las personas que me conocen, saben que siempre tengo algo que contar)

-Ay Adri! Solo a vos te pasa! Me dijo.

-Si verdad? Le dije, mientras me acordaba y me reia.

Por obra de magia, brujería o podrían llamarlo UN MILAGRO, de la nada dejo de llover y salía el sol.

-Queeeeeee!!!!!!!!!!!!!! No te puedo creeeeeeeeeeerrrr! Y todo lo que pase!!?? Dije enojada, y empecé a plaguearme interiormente otra vez, hasta que se me paso.

Bueno tengo que admitir, que toda esa situación fue muy chistosa, me divertí al cruzar el rio, disfrute de ese manjar de crema y del café, descubrí que la caballerosidad todavía existe y nada hizo que me detuviera hasta llegar a mi destino.

Como todas mis historias, esta también tiene moralejas.

Moraleja uno: No salgas cuando todo indica que se viene una tomenta, a menos que seas valiente como yo.

Moraleja dos: Es muy importante llevar una toallita en la cartera, te saca de apuros.

Moraleja tres: Reite de la situación, y de vos misma.. TE DESESTRESA.

Moraleja cuatro: Es importante tener algo de efectivo, te saca de aprietos, podes pagar un taxi y sobre todo comprar un manjar de crema que alivia todas las penas.

Moraleja cinco: Sácate las zapatillas antes de cruzar cualquier rio, que no te pase lo que le paso a mi amiga

Y la moraleja más importante: A MAL TIEMPO, BUENA CARA.

UDS ME ENTIENDEN…

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