Nada es por casualidad

Fielmente creo que todas las personas que conocemos a lo largo de nuestra vida, tienen un propósito para con nosotros.

Algunas nos enseñan a no ser tan confiados, y ser menos ingenuos, después de todo no todas las personas siempre tienen las mejores intenciones.

Las apariencias engañan, no todo lo que brilla es oro, y por más que la manzana tenga un aspecto de lo más apetitoso, podría estar llena de gusanos, supongo que entienden el punto.

Hay personas que entran en nuestras vidas por temporadas, personas que podrían marcharse mañana, sin despedidas o explicaciones.

A lo largo de mi corta existencia, hice amigos en diferentes situaciones, hasta en las más extrañas situaciones. Algunos pasaron por mi vida, por temporadas, otras lo siguen estando y quizás otras se irán con el tiempo.

Con algunos entablé amistad de inmediato, con otros me llevo más tiempo.

Deseé ser amiga de algunos, y otros desearon ser mis amigos.

Y así, la vida, el destino, quizás Dios, nos cruzó y nos conocimos.

Algunas personas nos hicieron reír

Otras nos hicieron llorar

Algunas nos alzaron los ánimos

Otros nos dieron una mano

Algunos nos enseñaron a ser formales y cortes

Otros a ser reservados

Algunos nos lastimaron, nos decepcionaron, nos criticaron o hicieron dudar de nosotros mismos.

Nadie se cruza en nuestro camino por CASUALIDAD.

Algunas personas nos enseñaron a ser más cautelosos, no ser tan confiados, en cambio hay otras ( y estas son las mejores) que nos enseñaron que a pesar de haber tanta gente de mierda, todavía quedan aquellas que son HUMANAS.